El gobierno cubano, o mejor dicho, la dictadura Castrista, se encuentra sin maniobra ante la directa confrontación que con una huelga de hambre está realizando el periodista detenido Fariñas, que por dos veces, y en estado crítico, no ha aceptado los ofrecimientos que el gobierno de España ha hecho para intentar evitar que este disidente muera en territorio cubano. Algo así como un salvavidas para Fariñas, pero por sobre todo, para el régimen.
Fuimos durante años y lo somos aún, defensores incondicionales de la lucha del pueblo cubano por su dignidad. Lucha y causa, que es muy distinta a la que intentan perpetuar algunos dirigentes cubanos, los cuales han preferido inmortalizase en sus cargos, antes que cederle el paso a una juventud, que nacida bajo el autoritarismo, y la abstinencia, ha entendido que el socialismo es también bienestar, progreso, felicidad, y por sobre todo: LIBERTAD de palabra y hecho.
Tal vez Fariña no sea el exponente más perfecto para estos sueños de miles de jóvenes de la isla, pero es El quien está sensibilizando a todo un mundo, porque bien, o mal, siempre han sido los menos los que han resultado ser los más y, es aquí dónde duele al régimen de los Castro, que el hilo se está rompiendo por lo mas débil.
Ese martirologio de los detenidos, está movilizando a las llamadas “madres de blanco” y de seguirse terminará movilizando a una juventud que silenciada, callada en las playas, o dormitada por las calles de la vieja Habana, espera locamente poder gritar, o cantar: ¡viva el capitalismo!, ¡el comunismo!, ¡el anarquismo!, o viva el putas, sin miedo a ese putas.
Esa muchachada que ha dimensionado el sexo como el único instrumento existente en la isla para salir de la rutina, pide más que sexo: pide; libertad y sexo. Esa juventud inquieta, que aprende mecánica, deshaciendo, y rehaciendo el viejo Ford 54, quiere entrar a conducir la nueva Cuba.
Si el gobierno cede a Fariñas en sus peticiones, la dictadura de los Castro pierde su lucha ideológica de años contra esa disidencia interna que ha exigido democracia y si muere, habría un luto universal y una bandera negra para la democracia de Cuba.
Esta encrucijada es por lo tanto un absurdo sin respuesta para los burócratas, un agujero negro sin retorno, con la luz de la libertad al otro extremo, por esa luz apostamos, y esperamos con anhelos solidarios, que los jóvenes camisetas blancas entonen sin miedo los cantos de libertad!, libertad!, libertad!
Esta encrucijada es por lo tanto un absurdo sin respuesta para los burócratas, un agujero negro sin retorno, con la luz de la libertad al otro extremo, por esa luz apostamos, y esperamos con anhelos solidarios, que los jóvenes camisetas blancas entonen sin miedo los cantos de libertad!, libertad!, libertad!
