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Irresponsables, cínicos y delincuentes han resultado el Ministro de la Defensa de Colombia, los Comandantes del ejército, el presidente Álvaro Uribe V., los medios de comunicación y todos aquellos que se han confabulado con la tamaña fabricación teatral, propia de Holiwood, para presentarle al mundo el rescate de los 15 secuestrados por las FARC, como un gran acto de inteligencia militar, hecho presuntamente de manera franca, al más fino estilo de los Estados avanzado en este materia, que incluso Ingrid Betancourt, símbolo de esa libertad, no sabemos si por formación, o desconocimiento, en actitud prepotente, con guiño de ojo, piel rosana, nada de ese moreno montuno y “cachetona”, como decía mi abuela, dejando entrever más dudas que verdades sobre el trato en el cautiverio de la manigua Colombiana, con sonriza en los labios se ufanaba de la tremenda accion de inteligencia militar que califico de "perfecta". La verdad que nos espera a todos...
En el opoXiXion anterior señalábamos que: “antes de proceder al análisis, asumimos y con beneficio de inventario, que la operación de rescate fue “perfecta”, y sobre esa premisa valoramos la liberación de Ingrid Betancourt.
Hoy, conocidas las versiones de parte de los abogados defensores de los traidores de las FARC (Cesar y Gafas), y las que publicó dicha organización armada, nos dan a entender una presunta negociación entre el gobierno con los dos plagiarios, siendo estos a su vez traicionados, por cuanto a cambio de los delegados neutrales, y Tele Sur, les mandaron un comando de oficiales comprometidos en la guerra, que utilizando insignias y helicópteros con distintivas de la Cruz Roja Internacional, lograron engañar a los guerrilleros.
Por ello, contrastadas todas las versiones, las del gobierno, las Fuerzas Armadas Colombianas, las de las FARC y las de sus traidores, nos resulta más coherentes admitir lo antes dicho, y por lo tanto, entender que al pueblo colombiano y al mundo, el Presidente Álvaro Uribe y su séquito, monto y vendió una obra de teatro, que con un final feliz en la pantalla de su opinión pública, nos puede resultar en la via real, más trágica de lo que hasta el presente la hemos vivido.
Son irresponsables, cínicos y criminales, porque utilizado insignias distintivas de la CRUZ ROJA INTERNACIONAL para completar el pacto de las “traiciones”, han dejado en peligro la vida a los otros secuestrados, y han enterrado por mucho tiempo, la participación de organismos internacionales neutrales, y otros Estados amigos, en la difícil tarea de generar esas confianzas necesaria entre contendientes, las cuales son previas a cualquier encuentro con misioneros, delegados del gobierno, o comisarios especilisimos, de una u otra de las partes.
No es apresurado señalar entonces que la soledad del conflicto colombiano se hace más eterna, y el misionero, es otra patada de ahogado que da el gobierno cuando lo anuncia como la tabla de salvación a ese tamaño entierro que hizo de los garantes neutrales amigos de una mediacion. Estamos de nuevo ante otra falsia, ante otra mentira. Hay más humo para el pueblo que enceguecido no ve.
En este sentido, una frustración muy grande embarga nuestros corazones, al saber que de nuevo le han amargado la alegría y la felicidad a los colombiano, pero más terrible aún resulta saber que este Gobierno menosprecia una, y otra vez, la capacidad crítica de la sociedad Colombiana, la cual si bien la han acallado a punta de muertes, desplazamientos, mordazas, coacciones y persecuciones, no tardará en recomponerse de ese fango de mentiras, para airar la ética, la verdad, la justicia y la reparación.
Lamentable para la paz de Colombia que el escenario de la guerra sea ahora la indebida utilización por parte de un Estado, de esos instrumentos y organizaciones neutrales que impiden la degradación total del conflicto, aún cuando ya hay mucho fondo en ello.
En este sentido, la CRUZ ROJA INTERNACIONA, los Tribunales Internacionales, los Estados que de una u otra manera se vieron involucrados en el proceso de liberación de Ingrid Betancourt, y las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, deberán tomar cartas en el asunto, porque de no sancionarse ejemplarmente al Estado Colombiano por ese indebida utilización del simbolismo internacional de neutralidad que representa para Colombia la Cruz Roja Internacional, podríamos generar en el planeta una profunda grieta de insalvables, dónde nadie confía en nadie y del liberalismos comercial salvaje en el que estamos viviendo, pasar al salvajismo primitivo de la inexistencia de mínimos instrumentos de confianza para resolver civilizadamente los conflictos.
Este es un llamado que hace opoXiXion al mundo, porque lo que pasa en Colombia afecta a toda la humanidad. Promover una gran campaña para conocer toda la verdad. y para sancionar ejemplarmente al Gobierno Colombiano, a su Presidente, Al Ministro de Defensa y a los Mandos Militares que se utilizaron este método en degradado del derecho Internacional Humanitario, es prioritario.
Sin el respeto mínimo a quienes neutralmente intentan dar garantías en medio del conflicto a las victimas, no tendremos el fin de, el fin de un conflicto, sino, el fin del mudo.
