Conocida la muerte de Manuel Marulada Vélez, eran de esperarse las reacciones del gobierno, y los medios, sobre las perspectivas presentes y futuras de las FARC, y entre anécdotas y resúmenes, más o menos históricos sobre la vida del legendario guerrero, han pasado todos por alto el silencio del único Estado extranjero que habiendo dado a las FARC el estatus de grupo rebelde no ha declarado duelo oficial.
Nos referimos en concreto, al mutismo del Presidente de Venezuela y sus autoridades con respecto a lo que debió ser la muerte de un gobernante en ciernes, porque no otra cosa se desprende de ese reconocimiento hecho a las FARC de beligerancia, implicando la existencia de un gobierno y un Estado naciente, que con la muerte del jefe de ese Estado amigo, debió acarrear duelo de Estado, el que a la fecha no se ha dado.
Varías interpretaciones, o especulaciones, hace opoXiXion, de ese silencio.
UNO. Que el presidente de Venezuela este reculando a ese reconocimiento por temor a remover el avispero que aún persiste en el blindado computador de Reyes, y prefiera por la vía del silencio, ir adecuando las relaciones, y dar a entender que ese reconocimiento de beligerancia fue más un acto de su espontaneidad, o una rabieta por el desplante de Uribe con el asunto del intercambio humanitario, y no una meditada implicación del Estado de Venezuela en el conflicto interno de Colombia, con las consecuencias que el mismo acarrearía, para las FARC, para el Estado Venezolano, para Colombia y porque no decirlo para EEUU y la Unión Europea.
DOS. Que dicho reconocimiento de rebeldía a la FARC, no hubiera sido producto de esa rabieta nacionalista, y el silencio se deba al olvido, o al desconocimiento de los protocolo en materia tan delicada, como el derecho de gentes, donde la muerte de quien era para el Estado Venezolano el interlocutor válido de un Estado emergente, Marulanda, debería ser un asunto de Estado, y no la escueta muerte del guerrillero mas viejo del mudo, como lo fué para la prensa nacional. De ser ese silencio producto del olvido, o el desconocimiento al protocolo, poco se puede esperar en materia ideológica de parte del Estado Venezolano, de su dirigencia, y sobre todo, del llamado “socialismo siglo XXI” .
TRES. Que no es ni lo uno ni lo otro, y que simplemente el Presidente de Venezuela se encuentra reordenando su hoja de ruta en materia de apoyos internacionales, para elaborar una declaratoria conjunta, hecha a medidas de los nuevos rumbos, sin poder hacerla de consenso, habida cuenta de los varapalos que están soportando sus aliados; Ebo Morales en Bolivia, con las declaratorias autonómicas, y el Presidente de Nicaragua Daniel Ortega, con sus reiteradas y conocidas embriagueces, que sumergen en el desprestigio internacional el proyecto socialista de corte "bolivariano".
Por su parte las FARC, estarán indagando en si el respaldo que un principio diera Chavéz a su lucha se mantendrá de manera abierta como antes, o lo será bajo telones, en cuyo caso implicaría un revés importante para esta organización, porque con la muerte de Marulanda probablemente se extinga también la esperanza del reconocimiento político internacional a dicha organización, ese que por años fue el eje en la lucha de Marulanda.
Si el silencio de Chavéz implica, como creemos, la revocatoria, o la modificación del Estado de Venezuela a ese Estatus de beligerancia para las FARC, la dispersión, la crísis, o la división serian evidentes, no por la muerte del jefe, ya lo han remplazado; sino, por la perdida de esa conquista política que lograda a sangre y fuego, en décadas de lucha, muere con el silencio que el mejor aliado, Chavéz, tributa a Marulanda. Este revéz dejaría heridas profundas en las FARC, y un especial malestar en esos hombres, que sueñan, sufren, añoran, y creen en la conquista del poder con valores políticos y sociales, como todos los humanos de esta planeta que son políticos, y por lo tanto, perder la carta de su naturaleza bélica justa, luego de una larga guerra, afectará profundamente la moral y los seños de quienes en las FRAC honestamente, y no por prevendar económicas, están en armas contra el Estado colombiano.
DE COLOFON
opoXiXion, sin pretender ser “ave de mal agüero”, pero conocedores de procesos similares, esperamos que los debates, la crisis, o las posibles divisiones que puedan darse en las FARC por los hechos conocidos, y que afectan sin lugar a dudar el qué hacer de es organización, no vayan a ser tan traumáticos, como las de otros tiempos, donde el síndrome de la paranoia de sus dirigentes devino en masacres, y ajusticiamientos atroces.
Por ello, como hombres de esperanza que somos, apostamos porque estos hechos y la crisis venidera, sean fuente inagotable de sabiduría, que reconforte al ser humano que milita y actúa en las FARC, para que mañana puedan reencontrase con quienes tienen mucho que decir y hacer en pos de una Colombia en paz. En este sentido la liberación de las conciencias debe abrise paso con la liberación de los civiles que encadenados cumplen unas injustas retenciones, con ello evitarán que se recabe más en la tragedia humana y en un aislamiento mayúsculo.
LA LUCHA POR LA
VERDA, JUSTICIA Y REPARACIÓN
NO TIENEN LUTO, NI EXTRADICCIÓN
