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Tuesday, February 17, 2009

LA DEMOCRACIA ES CUESTION DE PODER

Próximos al evento más importante de la izquierda Colombiana, como lo es el Congreso del Polo, en nuestra condición de afiliados a dicho proyecto, queremos expresar nuestro pensamiento sobre lo vital, La Democracia en el Polo, en aras a generar un pensamiento de opinión que reivindique el Federalismo de Partido, cómo alternativa a los proyectos Centralistas.

Estas ideas ya han sido expuestas y debatidas en Antioquia, en algunos núcleos de la izquierda democrática y en aras a ampliar el debate las publicamos en opoXiXion.

LA DEMOCRACIA ES CUESTION DE PODER.

La construcción del Estado Democrático en Colombia, pasa necesariamente por la consolidación previa de unos partidos políticos que sea afines a ese ideario, y en ese sentido, se hace necesario restablecer, consolidar, e incluso, crear unas estructuras de partido que sirvan de proyección al tipo de organización de Estado que anhelamos, este proyecto que es de hondo calado, no puede estar exclusivamente en manos de unos delegados, ni de una Dirección Nacional, en él deben estar involucradas todas las comunidades y los ciudadanos que hacen parte de ella.

Como premisas que considero han estado superadas por investigaciones y debates de años, hemos de señalar que la realidad política, social, cultural, geográfica, e, incluso étnica, de Colombia, no se corresponde con la organización del Estado, así mismo, que la lucha histórica por la democracia ha tenido una importante contenido la lucha por la autonomía local, entre ellas las férreas disputas y guerras entre centralistas y federalistas. Consideramos también que; intentado conciliar el centralismo, con las demandas por la autonomía local se ha girado en torno a un modelo de Estado autonómico, que retomado de España allí está hoy en crisis, por cuanto ese no ha sido más que un sistema de transición hacia uno más consecuente con las demandas separatistas, nacionalistas y autonómicas. Damos por sentado también, que sobre ese eje de un Estado Centralista, revestido con un discurso autonómico, se han gestado y modelado los partidos políticos, transplantando el mal endémico antidemocrático a sus estructuras. Así mismo consideramos que esta situación esta generando un desequilibrio real entre el centro y las periferias, o entre el centro y los municipios, lo que impide el desarrollo y la gobernabilidad.

Sobre esas premisas se hace necesario replantear entonces un nuevo esquema de pensamiento y de acción que definitivamente aborde el tema de la democracia como una tarea inaplazable, como una cuestión de PODER, en el sentido mismo de hacer de las estructuras de los partidos, y en concreto del POLO, una proyección del Estado, y de la sociedad que se pretende crear cuando se sea gobierno, de lo contrario, reproduciremos toda una tradición de guerras y desencuentros entre los colombianos.

En este contexto, y también como premisa, hemos de señalar que el POLO no ha asumido la catarsis hacia la democracia de manera seria y contundente, por cuanto aún persisten viejas estructuras, que aferradas a antidemocráticos esquemas de partidos, como ese del centralismo democrático, han terminado imponiendo su esquema a todo el POLO, y peor aún, reduciendo el partido a un Bloque, en el cual las presuntas tendencias, no son otra cosa que la continuación, o prolongación de esas estructuras que pactaron la unidad.

Este hecho coarta la democracia, la cual no se puede solventar o subsanar con un sistema electoral amplio, por cuanto las elecciones solo son unos mecanismos de participación, y no el sistema de empoderamiento que requiere y demandan los afiliados en el ejercicio de la cotidianidad política para participar de las decisiones. Aceptar sin autocríticas que somos paradigma de partido democrático, porque hacemos elecciones públicas para elegir nuestros delegados, sería como aceptar el absurdo de que hay democracia Colombia, porque hay elecciones públicas. No se puede reducir la democracia a un sistema de representación

La democracia debe estar unida a la posibilidad real de hacer que los ciudadanos, en este caso los afiliados, puedan participar, gestionar, administrar y decidir de manera directa en todas aquellas asuntos que les afectan de manera mediata y directa y, la democracia vista así, esta indisolublemente unida al autogobierno.

Un esquema de partido que no participa del autogobierno en el orden territorial de sus estructuras, y sobre los ejes políticos, organizativos, económicos, sociales etc., no puede avanzar en la construcción de una sociedad democrática, y es aquí, dónde se hace necesaria asumir el gran reto de hacer del Polo, el paradigma de la democracia, para ello es imperativo modificando el actual esquema de partido centralizado, por una sistema de partido Federado que se corresponda con la realidad colombiana de la que hace parte, y que no la diluya manteniendo un esquema centralista.

En este sentido los principios de subsidiaria y solidaridad, como pilares de la democracia, deben contemplarse Estatutariamente en el esquema de funciones, participaciones y representaciones, cosa tal que sea desde la realidad concreta, dónde se levante el edificio de la política y del Estado, y no desde arriba hacia abajo, como viene sucediendo.

La proyección de los distintos árganos federados del partido ha de ser las de gobernar en cada una de sus localidades, y en ese sentido, deben vincular a las comunidades con la necesidad para que lo sean. Que asuman el compromiso de autogobernarse, y sobre esa base, pactar con el Estado y/o la Dirección el curso de los acontecimientos. Hoy no existe la posibilidad para que los delegados de las “provincias” pacten con la dirección del Patido la política que beneficie sus intereses locales, y no existe, porque no existe en el Polo una política en defensa de esos intereses locales, o regionales. Giramos como marionetas sobre el centro, representado en cada caso, por unos aspirantes a Presidir, o a Presidente y desde el centro para su centro.

Esos intereses “nacionales” han mantenido por décadas sepultadas los intereses locales, y la democracia ciudadana. Ese esquema de centralización es consecuente con el grado de concentración de la riqueza, y con el grado de abandono que se encuentran la mayoría de los municipios de Colombia, y en materia política, con la ausencia de liderazgos locales. Si para el logro en la defender los intereses de la “provincia” por el autogobierno se hace necesario reivindicar proyectos independentistas que nos liguen con las necesidades de nuestra realidad inmediata, y con el pueblo del que hacemos parte; habrá que plantearlo así, pero no se puede admitir que un partido, que se dice lucha por la democracia, mantenga una rancia concepción respecto al empoderamiento local de los afiliados, y la militantes, preservando un esquema de partido a todas luces antidemocrático, y mas acorde con las estructuras confesionales, y de rango militarista.

Nuestro país, con una extensión de 2.070.408 km2, es cuatro veces más grande que España, y 50 veces más que Suiza, sin embargo, para el manejo de la cosa pública y del ejercicio político se privilegia en ellos el sistema Federal. En concreto el PSOE es federado como lo son la mayoría de los partidos socialdemócratas de Europa. Y aún cuando el sistema centralista se ha dicho que es más adecuado a los Estados de poca extensión, Suiza con casi 8 millones de habitantes es Estado Federal. Quienes se aferran al centralismo político en nuestra organización, y en el Estado Colombiano, siguen aferrados al sistema de partido de corte absolutista de Derecha o de izquierda, que poco ha aportado a la democracia política en dónde se ha implantado con su prolongación al poder..

Sobre estos ejes de pensamiento que exponemos de manera sucinta, se hace necesario confrontar toda maniobra que impida el autogobierno, la autogestión, la democracia local y un Estado que en Colombia se corresponda con esta fuente ideologia, verdaderamente democrática.

Sobre estas líneas hemos de tejer para lograr la catarsis en pro de la democracia interna y política que merece el POLO y COLOMBIA.

PARA COLOMBIA

VERDAD, JUSTICIA, REPARACION Y PAZ

VIVA LA LIBERTAD.. BIENVENIDA LA PAZ

EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA HA DE SER UN FIN QUE UNA AL PAÍS, NO UNA ESTRATEGIA ELECTORAL DE LAS PARTES, DE LOS PARTIDOS O, DE LOS ASPIRANTES A LA PRESIDENCIA.
SI LA PAZ NO SE ASUME CON UNA VOLUNTAD ÚNICA, EL CONFLICTO SERA IMPARABLE.

LA LUCHA POR LA PAZ EN COLOMBIA, NO SE SOLO UN DIALOGO, ES UN COMPROMISO DE ESTADO.