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Saturday, September 08, 2007

LOS DEL "POSCONFLICTO" EN COLOMBIA

Con evidente asombro leemos en destacadas columnas de prensa y en blogs a los áulicos intelectuales Uribistas caracterizando el proceso actual colombiano como de “posconflicto”, que en sana filología quiere decir, ni más ni menos, que hemos pasado del conflicto, o que estamos en un estadio posterior al mismo. Y aun cuando allende, esos mismos escribanos no reconocían conflicto alguno, ahora resulta que lo hemos rebasado y nosotros, los de opoxixion, tal vez por cuestiones del Exilio, no fuimos informados de ello, o pasamos de largo ante tremenda realidad.

Tal vez resulte, que nosotros vivimos un mundo y ellos otro, y por lo tanto, lo interpretamos de manera distinta, en cuyo caso, estamos absolutamente seguros que los despistados no somos precisamente nosotros, porque la mera hojeada a titulares e informativos, distan y mucho del que se ha dado por llamar estado del “posconflicto”, esta perla tal vez ilustre en algo: titulaba la Revista Semana : “El país creía haber superado el salvajismo de las masacres contra civiles indefensos. La semana pasada hubo una en Turbo, atribuida a grupos paramilitares; este domingo hubo otra más, en Puerto Asís, de la que se señala al grupo armado de las Farc.” Fecha: 08/27/2007 -

Los José Obdulio G. y uno que otro más como nuestro amigo el Historiador Darío Acevedo, han optado por seducir con un lenguaje melindroso, a esa casta del poder que sempiterna ha vivido en la estratosfera, asimilando o creyendo que las cifras e índices de la contabilidad del Estatal y de las empresas son equivalentes a las personas humanas. Así que no es de extrañar el por qué a unos pocos les va muy bien y al resto de los mortales muy mal, o lo que es lo mismo, unos viven el mundo de sus propias fatasías y los otro, por desgracia la mayoría de los colombianos, la realidad del llanto y la pena derivada no precisamente de ese país de las maravillas que nos han querido pintar esas cifras de crecimiento, entre otras.

Y con el similar esquema de ocultar con la lírica la crueldad del verso, no solo saltan los muros de la realidad, hasta la gravidez misma la superan y anticipadamente, como todo filisteista, se aposentan si fuera necesario a sus intereses, en la mismísima base espacial de la Nasa, aún en proceso de construcción, con tal de prosaicamente escribir desde el más pulcro autismo del mundo, sus loas a los amos y dar así confianza a los réditos que les ha de subvencionar ilustres cargos.

El tamaño en desvarío de quienes se obstinan en esa caracterización del momento como de: “posconflicto”, es tan abominable en su concepción como la realidad del conflicto que a diario vive Colombia. Desvarío que ha tenido su origen en la interpretación indebida, o en los deseos imposible que han pretendido derivar a la ley de Justicia y Paz y a la desmovilización parmilitar, las cuales están resultando utópicas e incluso falaces, por dos razones, una; porque han querido ocultar el pecado original del paramilitarismo, que tuvo su cordón umbilical del narcotráfico y otra, por las definiciones de la Corte Suprema de Justicia que han ubicado de manera precisa la diferencia entre el delito común, y el de rebelión y sedición.



Por demás, hemos de advertir que la citada Ley no ha dado por concluido ningún conflicto, porque entre otras, en tanto que el paramilitarismo asumía la defensa del establecimiento, en contra de los ataques de la subversión y en concreto de las FARC, la desmovilización de esa fuerza ilegal, la parmilitar, no ha implicado la desmovilización del Estado en la confrontación, por el contrario, los hechos hacen prever su incremento.

De mantenerse obstinadamente en intelectuales, gobernantes y medios de comunicación, ese sistema que privilegia la mentira en el discurso ideológico por medio de encuestas que distorsionan la verdad cotidiana, para calmar con ello los ánimos de los sometidos, y hacer creer que cada cifra es un hombre y cada hombre es el progreso equivalente a la estadística, seguiremos ahondando más en esas Dos Colombias que hemos engendrado: Aquella de cifras y encuesta de prepago, que como las modernas putas, creen que maquillando el cuerpo o cambiando el medio, ocultan la verdad y, La Otra Colombia, la que aún tiene capacidad de asombro ante los actos bándalos, las muertes, los numerosos corruptos, el desempleo, la miseria, la prostitución, la falta de formación ética y en fin, la Colombia que con dolor carga el estigma de la verda y los deshechos que se adhieren a su piel, desde el instante en el cual le estampan el sello en el pasaporte y lo enfrentamos a la realidad del mundo.

Si ocultamos el conflicto ocultaremos nuestra verdad y si ocultamos la verdad, nuestra existencia no tendrá paz.

Monday, September 03, 2007

maquillar la libertad

En medio del dolor, maquillar la vida, permite arrancarle una sonrisa a la mueca triste que ahonda los corazones de quienes con otros ojos, deambulamos por las calles de una ciudad que se ha convertido en signo de opulencia para unos, y miseria para miles. Algún día hemos de cantar el himno de la libertas, para identificarnos frente al dolor y no esperar que desde otros ejes de poder, lloren por nuestros desaparecidos.
Este video invita en parte a soñar y sueña.

PARA COLOMBIA

VERDAD, JUSTICIA, REPARACION Y PAZ

VIVA LA LIBERTAD.. BIENVENIDA LA PAZ

EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA HA DE SER UN FIN QUE UNA AL PAÍS, NO UNA ESTRATEGIA ELECTORAL DE LAS PARTES, DE LOS PARTIDOS O, DE LOS ASPIRANTES A LA PRESIDENCIA.
SI LA PAZ NO SE ASUME CON UNA VOLUNTAD ÚNICA, EL CONFLICTO SERA IMPARABLE.

LA LUCHA POR LA PAZ EN COLOMBIA, NO SE SOLO UN DIALOGO, ES UN COMPROMISO DE ESTADO.