VERDADES DEL PRESIDENTE

NO LO LEA.
ESCUCHELO!
AL FINA DEL TEXTO ENCONTRARA EL VÍNCULO CORRESPODIENTE.

Acostumbrados a ser mediatizados con mentiras, como aquellas del rescate “perfecto”, de los falsos positivos, de las pinchadas telefónicas, y de las acusaciones de un paramilitar contra el investigador de la parapolítica, entre otras tantas que suele prefabricar el gobierno para eludir responsabilidades, resulta admirable que el Presidente de Colombia sorprenda al país con varias verdades. Lastima, que en medio de todo ese arsenal de mentiras gubernamentales que sin pudor sigue fabricando, pueda ocurrirle lo del pastorcillo mentiroso.


Sin embargo, no son nada despreciable esas, que en el enfrentamiento con la Corte Suprema de Justicia y con el liberalismo oficial, se han dado a conocer por el Presidente de Colombia, y sobre las cuales, la oposición y los medios, deben eficazmente razonar, y solicitar que se profundice sin exclusiones sobre todas ellas, y no solo, sobre las de connivencia. Tres afirmaciones bien importantes deberían ser ampliadas por el señor Mandatario para bien del país. Por nuestra parte hoy las retomamos, así:


PRIMERA VERDAD. “El roscograma judicial”. Es totalmente cierto que la justicia en Colombia pende más de los favores políticos que de los méritos académicos, y que el enchufe, o la rosca que tenga el juez, vale más que sus razonadas sentencias a la hora de asegurase una brillante carrera judicial. De allí que cuando se trata de juzgar a ciertos personajes de la vida pública, o política, los magistrados, e instructores se lo piensan dos veces antes abordar la “papa caliente”, y prefieran declarase impedidos, incapacitados, o recargados de trabajo para delegar las funciones en auxiliares, o conjueces, cosa tal de no comprometer sus estimadas relaciones personales, y permitir la preclusión de términos con la correspondiente impunidad.


Pero no solo ello, la reciprocidad de favores y servicios públicos funciona en la rama judicial de la misma manera como funciona en la administración pública, El Ministro Valencia Cossio, bien lo sabe, tanto, como que es uno de mayores clientelista de la justicial, de fiscalía, de la penitenciaría y en buena parte de la militar. Creer que en Colombia la justicia es proba y ajena al cáncer que ha corroído toda la sociedad, es una falsa pretensión. La ineficacia de este poder ha estado demostrada cuando ninguna de sus estructuras ha tenido el valor ético, moral y profesional para juzgar a los responsables del holocausto del Palacio de Justicia, es decir, los herederos de la dignidad, no han podido dignificar y honrar a sus antecesores, a aquellos magistrados que clamaban un “alto al fuego” y que terminaron inmolados defendiendo un Estado de Derecho inexistente. Esta si que es la mayor desgracia de una justicia, la ausencia de ella.

En este orden de ideas, cuando la reforma a la justicia se jalona por el mayor clientelista en esa rama, no lo será precisamente para depurarla del roscograma y garantizar celeridad, transparencia, funcionalidad, ética, e imparcialidad, sino para reacomodar a sus abyectos, y con ello, garantizar la impunidad de la parapolítica y el paramilitarismo.

SEGUNDA VERDAD. La Alianza del oficialismo liberal con los criminales de “los Pepes”. Hasta cuando vamos a estar escuchando que el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo hizo un pacto macabro que terminó institucionalizando el paramilitarismo. En varios opoxixiones hemos señalado fuentes y documentos de ese hecho, y hemos insistido a que se haga una campaña para que la CIA y la DEA, descodifiquen toda la información que tiene sobre ese tema. Igualmente es fundamental que los Rodrigues Orejuela digan la verdad que se llevaron a los EEU, ellos participaron de esta gran tragedia nacional. También hemos exhortado al expresidentes Cesar Gaviria para que responda coherentemente sobre las insinuaciones y afirmaciones que hacen periodistas internacionales sobre ese tema. No puede eludir la verdad, acusando de espontáneo al Presidente Uribe.

Con esas afirmación, sobre la alianza del expresidente Cesar Gaviria, con los criminales de los pepes, y que bien fundada parece, resulta inaceptable que algunos adelantados voceros del Polo Democrático se planteen una alianza con dicho jefe liberal, por el contrario deberían de estar demandando las investigación sobre las afirmaciones hechas por el Presidente Uribe.

Será que para algunos amigos del Polo, tan demócratas como dicen serlo, hay criminales buenos y criminales malos? Qué respuesta a este tema dará la dirección del Polo?. El silencio no puede ser cómplice, menos con quienes dieron patente de corso oficial al carrusel de genocidas. El Senador Gustavo Petro deberá abanderar esta causa y marcar distancia con esas amistades peligrosas del liberalismo oficial, que construidas en la constituyente, no pueden recibir hoy con una alianza vergonzante bajo el supuesto de derrotar a Uribe, un indulto a esos pactos de Estado que derivaron en el genocidio de Colombia.

Esperamos un pronunciamiento convincente porque hay igual grado de criminalidad entre este gobierno obstruyendo la justicia y la verdad sobre el genocidio y la parapolítica, como en aquel que engendró el pacto de Estado que devino en el terrible genocida, y en un lamentable estado de descomposición institucional y social.

TERCERA VERDA. Los dineros que se movieron en torno a la constituyente del 91, y el cómo se pactó el acuerdo de la no extradición. En varias oportunidades el Presidente ha venido insinuando que la constitución del 91, aquella que algunos defienden a ultranza, sin medir rezón, fue producto de la plata y los pactos, y en este sentido, el Presidente estará obteniendo información fidedigna, de primera mano, desde su propio esquema de colaboradores, especialmente de aquellos procedentes del M19. Entre otras, siempre resulto sorprendente a muchos de los no “históricos” de la ADM19, el repentino cambio en el estrato social de algunos constituyentes, asesores y colaboradores de ese engendro patrio. Cambio que resultó hasta grotesco porque insinuaba lo evidente. Qué sabrá de ellos Juan Fernando Cristo Será y otros tantos vinculados al actual gobierno?.

Con todo este panorama de verdades, entre muchas otras que evidencian la descomposiciones de Colombia, no resulta extraño que quienes ostentan la doble nacionalidad, se estén planteando renunciar a seguir siendo parte afectiva de esa Colombia, y no precisamente porque no la amen, sino, porque amándola tanto, sienten vergüenza del un país gobernado por parias, y del grado de inconciencia social incomprensible para quienes aún guardan algo de la ética social en sus almas.