Hemos tenido el placer de conversar con Carlos Gaviria Díaz, quien como ex_ candidato de la izquierda colombiana logro aglutinar a más de 2 millones de colombianos deseosos del cambio.
En el Ateneo de Madrid, ante auditorio compuesto por españoles y colombianos, cuestinó al presidente de Colombia a quien acuso de vivir en la realidad virtual porque no ve la realidad de la desigualdad social,
A más de la invitación a la unidad y de llamar a la lucha por la democracia en Colombia, la visita del que probablemente será el futuro presidente del Polo Democrático, servió a quienes estan por la construcción de una alternativa de poder, para advertir del arduo camino de unidad y que en Madrid, donde hay una fuerte presencia de colombianos, ha estado bastante complicada.
Y es que hablar de la unidad de la izquierda y de los sectores democráticos en un solo partido que sea alternativa de poder en Colombia, resulta no solo comprometedor sino exigente por varias razones:
La historia en esta materia es bastante cruel, en la década de los 70 concretamente en el año 1973 se daban en el país una serie de movilizaciones que pudieron conducir a un proyecto alternativo de poder. Se daba la movilización obrera encabezada por el sindicado de la USO, se daban la movilizaciones y tomas de tierras campesinas e indigenes en todo el territorio, exigiendo tierra para el que la trabaja, se movilizaban también y de manera radical todos los estudiantes y los profesores de Colombia y por primera vez se daba una huelga de médicos y en el sector de la salud. Todo era un escenario casi prerrevolucionario, señalaban algunos.
Ante tamaña dinámica se intento crear la unidad de la izquierda colombiana que centralizara y extendiera políticamente tales marchas populares contra el desprestigio del gobierno, sin embargo, con dolor hay que recordarlos, los intereses de grupos, en aquel entonces del PC, del MOIR y Maoístas ML, sacrificaron el interés y las necesidades de un pueblo, dejando sin cabeza el proceso y en consecuencia no hubo unidad y la derecha colombiana arremetió duro contra todos. Hasta tal punto que la constitución de Colombia se redujo al artículo 121 de aquel entonces, que era de estado de sitio permanente.
Posteriormente se intento de nuevo con un candidato único, Julio Cesar Pernia, pero las pretensiones del Partido Comunista por apropiarse de las concentraciones y del candidato, dieron también un freno a la unidad.
Asi que esa causa se ha convertido en una utopía, porque a la hora de tejerla se cruzan los intereses de los aparatos que todo lo quieres controlar y para ello la exclusión y el desprestigio personal al aliado es una táctica expedita.
La pregunta no es si se necesita la unidad o es prevalente, la pregunta que extiendo a todos es si la izquierda organizada en capillas, está lo suficientemente evolucionada para renunciar a esos apetitos de grupo y si son generosos a la hora de albergarsen ellos, a otros sectores y personas cosa tal que permita ampliar el abanico de posibilidades y el afloramiento, porque no, de nuevos liderazgos.
La experiencia vivida en Madrid, durante la campaña al Congreso y la posterior con la Candidatura de Carlos Gaviria a la Presidencia, dejan un sabor bastante amargo, porque, el espacio amplio y plural que muchos queremos encontrar, parece estar totalmente copado y los desprendiemintos no se hacen realidad, por el contrario se afinanan las maquinarias para un futuro encuentro.
Confíamos y esperamos, que las palabras de Carlos Gaviria no se queden en eso, palabras y, que la unidad no sea para la izquierda como la palabra paz para el gobierno, que es sinónimo de confrontación y guerra.
Mucha generosidad esperamos, quienes deseamos de corazón acompañar este sueño, por parte de los históricos aparatos, que si bien han sido importantes, hoy no son eficientes para los grandes retos que demanda una izquierda democrática, rejuvenecida y con ganas de poder.
Entre todos esta hacer posible la esperanza, pero hay quienes tienes de nuevo en sus manos como ayer, el peso de la historia.
Las fotos son registro del encuentro.
