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Wednesday, October 17, 2007

LAS FARC Y COLOMBIA.-SEGUNDA PARTE


LAS FARC Y COLOMBIA
CONSIDERACIONES IDEOLOGICAS :

Por :Argiro Giraldo Q.

Derechos Reservados de Autor


IV.

SOBRE LAS “REVOLUCIONARIAS” PROPUESTAS DE LAS FARC PARA COLOMBIA.

Entrecomillamos el concepto “revolucionarias” por cuanto ha sido tan trajinado, tan descontextualizado y tan aleatorio, que hasta sectores abiertamente conservadores suelen utilizarlo.

Por lo tanto, no se desprende del entrecomillado que las acciones o propuestas de las FARC sean o no revolucionarias, mas aun, si nos atenemos a la definición del concepto de revolución, como “cambio violento de las instituciones políticas de una nación”[1] o “como todo cambio o transformación radical y profundo respecto al pasado inmediato” [2] las FARC actúan en una perspectiva revolucionaria

Desde el punto de visto de cambiar violentamente las instituciones políticas de un país por otras, la acción de los Talibanes en Afganistán fue revolucionaria, pero cabe preguntarnos si los programas que ejecutaron en el poder lo eran para el progreso, la igualdad y el desarrollo de la humanidad, o por el contrario, lo fue para tirar el carro de la historia hacia atrás. Desde otro perspectiva Evo Morales llegó al poder sin procedimientos revolucionarios, sin embargo, ya en el realizó cambios revolucionarios. En este contexto la categoría revolucionaria debe reelaborarse sobre proyecciones y no sobre acciones, por cuanto terminaría el medio justificando el fin y esas proyecciones han de ser con miras a lograr el progreso, la libertad, el desarrollo, la igualdad y la democracia, como posibilidad para el ejercicio de la diferencia.

Las FACR al pretender la conquista del poder mediante acciones violentas, es decir, por la vía de las armas, están en actitud revolucionaria, ahora bien, sus propuestas de gobierno o de Estado se orientan a un cambio radical y profundo para el progreso, la libertad, la igualdad y el desarrollo de Colombia?

Con estos interrogantes abordaremos un debate de altura con las propuestas de las FARC, contradicción o aceptaciones que otros eluden, no sabemos si por el temor a diferenciarse ideológicamente con alguien que esta armado, o porque estratégicamente interesa silenciarlas.

opoXiXion, en la lucha por esa verdad que se sustenta en razones, descarta callarse por temor a las retaliaciones armadas, y antes que considerar inoportuno silenciarse sobre el tema, llama a que se aborde de una vez por todas ese debate de ideas sobre las propuestas de las FARC, por cuanto serán para bien del país y por la paz de Colombia.

Clasificación de las propuestas.

En principio las FARC, parecen no tener unas propuestas programáticas, así se desprende del numeral 4 del Manifiesto de septiembre del 2007 cuando advierten:

“Proponemos despegar lo más pronto posible con los primeros contactos clandestinos, sin darle importancia al gobierno, para convenir un derrotero y para ir esbozando colectivamente algunos trazos programáticos para la redención de Colombia [3] y para ello proponen “la Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia para abrir la discusión y el intercambio en torno a las banderas y programa de un nuevo gobierno que sugerimos patriótico, democrático, bolivariano, hacia un nuevo orden social, comprometido en la solución política del grave conflicto que vive el país”[4].

Resultaría visto así el panorama, totalmente absurdo que las acciones violentas de las FARC, con los costes materiales y humanos que han demandado por mas de 4 décadas, lo hayan sido y lo sigan siendo, para proponer una “Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia” de “discusión”, que a su vez se encargara de hacer un “esbozo programático”, es decir, que de esa Plataforma Bolivariana no saldra el programa sino el esbozo.

Sin embargo, a renglón seguido, en el numeral 6, las FARC si hacen un esbozo para el nuevo gobierno y añaden estas son sugerencias hechas por la “Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia”, con lo cual la propuesta del numeral 5 respecto a la Plataforma, estaría derogada, si por “plataforma” entendemos que es “una organización de personas con intereses comunes” [5]y existiendo ya, esa Plataforma hace unas propuestas a las cuales nos iremos a centrar.

Hemos enumerado en estricto orden, conservando el texto original, las propuestas así:

1.- Un nuevo orden edificado sobre la democracia y la soberanía del pueblo,
2.-que conforme un nuevo Ejército Bolivariano para la defensa de la patria y las garantías sociales
3.- que agregue a las ramas del poder público los poderes moral y electoral,
4.- que instituya el congreso unicameral y la revocatoria del mandato.
5.- Un nuevo sistema de gobierno que castigue con severidad la corrupción y la impunidad,
6.- que ponga fin a la política neoliberal,
7.- que estimule la producción en sus diversas modalidades,
8.- que asuma el control de los sectores estratégicos,
9.- que haga respetar nuestra soberanía sobre los recursos naturales y que implemente políticas eficaces de preservación del medio ambiente.
10.- Un gobierno que trabaje por la gratuidad de la educación en todos los niveles,
11.- que instrumente la redención social, la justicia agraria,
12.- que renegocie los contratos con las trasnacionales que sean lesivos para la nación,
13.- que deje sin vigencia los pactos militares, tratados y convenios que mancillen la soberanía de la patria,
14.-que no extradite nacionales,
15.-que objete el pago de la deuda externa en aquellos préstamos viciados de dolo en cualquiera de sus fases.
16.-Un gobierno cuya divisa en política internacional sea la Patria Grande y el Socialismo
17.- y que priorice las tareas de la integración de los pueblos de Nuestra América.

De esas 17 propuestas que hemos extraído del Msnifiesto, queremos dejar presente que en su mayoría son validas y no solo ello, que corresponden al momento, para destacar y compartir, las que se refieren a la deuda externa, al estimulo a la producción, la denuncias de aquellos tratados y convenios lesivos para la soberanía, la protección de los recursos naturales, la lucha contra la corrupción. Sin embargo, existe un gran nudo gordiano que se debe clarificar sobre otros temas, veamos.

IV-1º

“UN NUEVO ORDEN EDIFICADO SOBRE LA DEMOCRACIA Y LA SOBERANIA DEL PUEBLO”. “EL CONGRESO UNICAMERAL”

Se evidencia en las FARC una transformación, evolución, o renuncia a los clásicos postulados comunistas, por cuanto de una lucha por “dictadura del proletariado”, que como doctrina marxista-leninista se anteponía como alternativa al gobierno de la burguesía, se pasa a un gobierno democrático sobre las bases de la soberanía popular.

Al abandonar el instrumento clasista que caracteriza a todo partido comunistas del mundo, excepto claro esta, a aquellos que han dado el viraje hacia la socialdemocracia, cabría preguntarnos si las FARC, han abandonado a sus viejos camaradas y abren otra vía en la arena política, porque el concepto de “pueblo” siempre ha resultado tan incomodo para los ortodoxos, pues su generalidad permite, si se quiere decir perniciosamente, que la estirpe burguesa que combate un gobierno socialista participe de las prevendas del Estado.

Resulta pues incomprensible la consigna de “Un gobierno cuya divisa en política internacional sea la Patria Grande y el Socialismo”. Nos preguntamos; ¿socialismo de primera fase, con burguesía incluida?, o sin ella?

Repecto al concepto de democracia que las FARC aspiran a edificar, no esta claro en el contexto su propuesta, por cuanto en sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que todos sus habitantes son libres e iguales ante la ley, y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.

Sin embargo, la ambigüedad del término democracia, como la de pueblo, permite la variable de la llamada “democracia popular”, que como en China o Cuba, ilegitiman otras alternativas de partidos que no sean oficiales, o del llamado partido único, y consecuente con ello se restringe la libertad de expresión y la prensa, supeditaciones o recortes democráticos, que como lo advertíamos en el inicio de este documento, se justifican bajo los parámetros de la igualdad económica como determinante de la democracia.

Y aun cuando las FARC no utilizan la categoría de “democracia popular”, del análisis conjunto de las propuestas resulta más consecuente ese esquema, o ese tipo de democracia, que la socialdemócrata europea.

Al propenden por un Congreso Unicameral, su democracia se ve proyectada hacia un régimen centralista, lo que implica el desconocimiento del poder de decisión de las localidades, de las Regiones o los Departamentos, los cuales en una democracia efectiva, deben hacer parte en la elaboración de los consensos a través de una Cámara que los congregue. En este espacio, en esta otra Cámara, se habrá de dar aplicación a los principios de susbsidiraridad y solidaridad, sin los cuales un Estado de gran extensión, población y diversidad como Colombia, no puede gestionarse adecuadamente, y aun cuando en Europa existen evidentes ejemplos que contradicen este principio democrático que exponemos, muchos hoy equiparan en Europa, federalismo a democracia. Hemos de esperar que el proyecto FARC, en armas, sea más avanzado o que explique aquello que una vez dijera Marulanda de Estado Confederado, en cuyo caso hablaríamos sobre otros ejes.

En contraposición a las pretensiones de acabar con el bicameralismo, consideramos que una propuesta realmente revolucionaria y democrática, debe partir por redefinir un bicameralismo que se corresponde con un reordenamiento territorial que empodere lo locales, es decir, que democratice el poder y no lo centralice. El bicameralismo que existe hoy, hay que acabarlo, porque duplica funcionares y hábilmente no diferencia lo uno de lo otro, el poder local del poder central, reduciéndolo todo al centro para generar este régimen antidemocrático que vive Colombia y el cual aniquila, acorrala y aprisiona la autonomía y el poder local, además, de convertir esa otra Cámara llamada Senado, en un antro de burócratas y caudillos locales sin oficio serio.

La lucha por la democracia local que signo el surgimiento de las FARC en Marquetalia, parece olvidada, y en aras a un control absoluto desde el centro, como una proyección misma de sus estructura militar, resurge la propuesta con evidente vicio antidemocrático.

De optar por la formula Cubana, o China, como lo ha pretendido el Presidente de Venezuela Hugo Chávez, por Un Partido único, unido en al caso de la propuesta de las FARC a un solo órgano de deliberación, o una sola Cámara, se coartaría la diversidad, la pluralidad y la libertad.

La diferencia sobre el deber ser de un país ha de expresarse en un contexto que no amarre a la oposición en todo el sentido de la palabra, y por lo tanto, debe impedirse atarlo a unas estructuras de partido único, para permitir que puedan torcer a su favor la voluntad ciudadana.

Sin embargo, a este esquema de empoderamientos locales, que implica doble Cámara y múltiples partidos, no le juegan muchos de los miembros de las FARC. Algunos hasta retoman las viejas reyertas entre Bolívar y Santander[6], para justificar tras el pensamiento del Libertador la causa centralista en contra de la Federalista.

En el marco de la democracia el ejercicio de un sistema de gobierno-oposición es uno ejercicio de máximas que permite el control político y en aspectos de democracia, la autogestión autonómica de lo inmediato en las cosas publicas sigue estando tan vigente como, cuando el pueblo de Marquetalia reclamaba su autonomía.

IV-2º

LA NO EXTRADICIÓN.

Sobre esta propuesta consideramos que en principio es a los nacionales del país a quienes corresponde la soberanía en materia de justicia criminal, sin embargo, en delitos de lesa humanidad o en casos de evidente impunidad por parte de las autoridades nacionales, o locales encargados de hacer justicia, la Justicia Universal y el Tribunal Penal Internacional, deben actuar. En esta materia no se puede ser absolutistas y desconocer los tratados vigentes respecto a dicho Tribunal que ha implicado un gran esfuerzo por parte de los juristas del mundo para hacer prevalecer los derechos humanos por sobre los regimenes nacionales o los Estados.



IV-3º

EL PODER ELECTORAL.



No es nada novedosa la propuesta de un Poder Electoral que asuma funciones en esta materia de manera independiente y en el marco de la división de los poderes públicos, sin embargo, hay que advertir que el poder ponderado debe hacerse desde la base del Estado y no en su centro.

La creación de este nuevo Poder no garantiza el ejercicio de la democracia la cual debe estar radicada en esa ponderación del poder que se deben dar a las localidades para que de manera autónoma, o si se quiere, autogestionaria, administren los recursos.

Ahora bien, si se pretende abstraer los miembros del actual Consejo Electoral y sus decisiones de los intereses de partido, la creación del Poder Electoral, no le garantizan el asilamiento del poder político, como tampoco tajantemente en los poderes judiciales. El sometimiento a la ley, haciendo que todos sean iguales ante ella, es un de las garantías en la democracia y por lo tanto, serán las funciones y el contenido de las normas electorales y de partidos, los que inciden de manera directa en el contenido de la democracia y no un aparato.

La estructura del Estado, la Forma de Estado y la división de poderes, se han de hilar en una coherente Constitución que delimite de manera clara órganos, funciones, delegaciones, desconcentraciones y recursos, derechos y obligaciones. De no avizorarse en un texto constitucional esa estructura, se corren graben desajustes en la marcha de un país y sus instituciones.

Para el caso y aun cuando no hace parte de este debate, pero como referente, Colombia en materia de legalidad y seguridad jurídica, vive un profundo desajuste, el cual radica fundamentalmente en la multiplicidad de poderes y en la inadecuada delimitadas sus funciones, además, de los sin fines entes descentralizados que con competencias contrapuestas por ejemplo en materia medioambiental chocan de manera permanente.

Esta inseguridad jurídica se expresa mas claramente en la rama judicial, dónde se ha venido marchitando el principio del debido proceso, porque en aras a una justicia rápida, con las acciones de Tutela, el proceso judicial ha relegado el sistema garantista y antes que generar confianza en la justicia, desde el 1991 a la fecha, la sensación ha sido mas de impunidad que de eficiencia, y el llamado “choque de trenes” mantiene en vilo la estabilidad legal.

Tan incompetentes fueron algunos constituyentes del 91 que intentando dejar su huella constitucional, copiaron y hasta mal, instituciones que en otros Estados funcionan distinto, y desde entonces, estamos en una colcha de retazos constitucionales que amerita eso si, un debate a fondo, que rebase las simples propuestas de crea una o dos Cámaras legislativas.

El meollo no esta en añadirle más ramas al poder central, como si ello deviniera en más democracia, la esencia está en el sistema de investidura de esas ramas del poder y mas que ello, en el caso del sistema electoral, en el régimen partidos, de las garantías a la oposición y de participación de los ciudadanos en las decisiones, las cuales no están siquiera pinceladas en el Manifiesto de las FARC.

Y no están perfiladas, por cuanto no se conoce ni la forma, ni el tipo de Estado, ni el tipo de democracia que las FARC aspiran a construir, cuando se hablaba abiertamente de la Dictadura del Proletariado, todos entendíamos de qué se trababa el asunto, pero ahora no está claro nada en las FARC


IV-4º

EL PODER MORAL.

El Poder Moral, su mero enunciado además de genera confusiones, da pánico, por cuanto lleva a prácticas moralistas institucionalizadas, sistema más propio de Estados Teocráticos. La moral siempre es y será un asunto privado y el Estado no tiene porque institucionalizar una moral oficial o moral de Estado, o una ética oficial. Otra cosa es el juzgamiento que se debe hacer a conductas tipificadas como delito en el manejo de la cosa pública.

Ahora bien, de aceptarse este Ente, ¿cuál seria el código de conducta moral de los colombianos como un todo? , cuando la moral misma esta unida a costumbres de vida, a concepciones cosmogónicas, a definiciones sobre lo bueno y lo malo, a lo trascendente e intrascendente, en últimas, al sentido que cada persona tiene de los actos de su vida.

Distinto sería que determinadas prácticas sociales o personales al expresarse, o al realizarse, atenten contra la convivencia social, las costumbres sociales, o las leyes y en estos precisos casos cada ámbito tiene un justo terreno de respuestas, pero no puede un Poder Moral, definir el comportamiento ético y moral de un país, ni menos, someter en abstracto a tribunales judiciales determinados actos unidos a la moral, y si se pretende entronizar determinadas formas de conducta sociales por medio del sistema educativo, la moralización de un pueblo termina en adoctrinamiento y en coacción a al libre desarrollo de la personalidad del ser humano.

Para los fundamentalistas musulmanes los humanos que vivimos y nos desenvolvemos dentro de los cánones de la cultura occidental somos impíos, amorales, y por ello en su esquema de vida-Estado y política existen los tribunales inquisidores, y las lapidaciones a conductas impías o inmorales hacen parte de su sistema judicial, pero a la vez esos hechos son repudiados por los defensores de los derechos humanos quien presencian como cientos de mujeres, bajo códigos morales o éticos, son lapidadas por su infidelidad y otra miles, discriminadas o abandonas de sus hogares porque al matrimonio no llegaron vírgenes, todo ello gracias a unos postulados morales.

Los miembros de las FARC, no pueden subrogarse, como tampoco ningún otro poder humano, el código ético capaz de lograr de un tajo el progreso espiritual y social de la humanidad, este objetivo ha sido tan milenario como la búsqueda de la verdad verdadera en el hombre y que millones de hombres llevan años construyendo, no precisamente bajo ordenes de poder ni códigos inquisidores, ni oficios lapidarios.

Es evidente en el Manifiesto de las FARC un intéres por erradicar las costumbres o conductas que atentan contra la salud política del pueblo, pero intentar imponer como medicina un tribunal inquisidor, es más abominable que el mal.

La idea de ese tribunal, tampoco es novedosa, ya la había expuesto en el Congreso de Angusturas el Libertador Simón Bolívar, con la institucionalización del Areópago y hoy hay que decir, como lo señalaron es sus tiempo sus propios amigos de revolución, que, sin lugar a dudas ese poder moral institucionalizaría un sistema de Inquisición, peligroso y funesto.

El texto que en el Congreso de Angosturas expuso Simón Bolívar y que presumo fue retomado de sus gratas relaciones con la masones del grado 30, toda vez que solo en este sistema de reuniones subversivas se tiene institucionalizada “La Camara Aerópago” como equivalente al “Consejo Superior” dice asi:.

“De la Composición, elección, duración, prerrogativas y funciones de este Poder
Art. 1º.- El Poder Moral de la República reside en un cuerpo compuesto de un Presidente y cuarenta miembros que bajo la denominación de Areópago ejerce una autoridad plena e independiente sobre las costumbres públicas y sobre la primera educación.
Art. 2º.- El Areópago se compone de dos cámaras:
Primera: De Moral Segunda: De Educación”


IV-5º

LA CREACION DE UN NUEVO EJÉRCITO.


Esta propuesta es mucho mas profunda y seria en términos políticos y militares que el resto de las perfiladas, o expuestos en el MANIFIESTO, las cuales no justifican, desde ningún punto de vista las acciones armadas tan violentas y sangrientas que han protagonizado.

Es decir, si no fuera por esta propuesta, las FARC como organización armada, no tendrían sentido. Y no tendría sentido por cuanto en esa relación medio-fin y proporcionalidad para lograr resultados, sin esta alternativa sus acciones serían desproporcionada.

Así que desde el punto de vista político la propuesta de un nuevo Ejército resulta siendo en esencia un fin justo y valido. Y esto hay que decirlo fuerte, sin temores, sin ambigüedades.

Colombia no puede seguir con unas Fuerzas Armadas que han mostrado su incapacidad para derrotar, en franca lid y con las leyes del derecho de gentes, a unos alanzados en armas que como las FARC llevan más de 40 años en el territorio en condiciones más difíciles que el ejercito Colombiano. Este mero balance deja mucho que decir de sus operativos, resultados y existencia.

Si a todo ello le sumamos la serie de hecho conocidos y por conocer, sobre vínculos de miembros del ejercito con el narcotráfico, con paramilitares, con actos terroristas, con falsos positivos y con una corrupción de pánico, resalta la evidencia, o la profunda sospecha, que ya no es precisamente la ovejas descarriada que hay en toda institución la que deja mal parada al órgano y que resulta de bulto la presencia institucional de un cáncer que está pudriendo toda esa columna vertebral del Estado, haciéndose necesario cambiarla totalmente, ¿por quiénes? o ¿entre quienes?, ese tema si amerita un evento mayúsculo.

Por ello consideramos que desde esta perspectiva resulta no sólo evidente la propuesta de las FARC, sino necesaria para el país y el actual Presidente de Colombia u otro, debe tomarla muy en serio si se quiere construir un país digno.

Ahora bien, desde el punto de vista político, Colombia no puede seguir haciendo desmovilizaciones sin ofrecerle a los combatientes que abandonan ese estado de vida, otro igual, que institucionalizado ponga limites y reeduque las conductas de quienes por fuera de las instituciones del Estado han tenido el poder de matar o el poder de las armas.

De no asimilarse en un nuevo ejército a futuros desmovilización, incluyendo porque no a los de las FARC, producto de pacto o de lo que sea, la criminalidad seguirá generalizando. Este fenómeno se esta dando actualmente con los desmovilizados paramilitares y se dio con los que en su momento lo hicieron del EPL, ELN, M19, para solo citar algunos.

En este plano de ideas, el debatir ampliamente en Colombia, sin otra arma que la voz de la palabra el tema de la inoperancia del ejercito en las grandes batallas y su estado de corrupción y esos otros tantos males que implican pisarle las botas a los generales de la república, no solo es peligroso para la salud, sino mortal, porque lamentablemente desde la institucionalidad, desde la legalidad, es imposible ponerle el cascabel al gato, porque se acallan las voces y las palabras con la amenaza certera, o el atentado preciso. La conclusión entonces sobre la valides o no de las FARC como organización armada esta en como se aborde este tema.

Restaria preguntar en este debate y referente al objetivo central indicado: ¿cuál sería la edad mínima para hacer parte de ese nuevo Ejército Bolivariano? . Esta pregunta surge a raíz de la foto que adjuntamos por cuanto es muy diciente la presencia de menores en combate, y deja mucho de decir de una organización que pretende precisamente unos postulados éticos e intitucionalizar un Poder Moral.


V.-DE COLOFON.

Podríamos profundizar sobre los otros asuntos que anuncia el MANIFIESTO, como eso de hacer justicia agraria, sin decirnos cómo: con tierra para el que la trabaja, con la nacionalización de la misma, con créditos blandos?. Así mismo podríamos invitarlos a que pronuncien sobre el tema de la Banca, del Banco de la Republica y sobre el manejo de la moneda, los aranceles, los impuestos, etc., pero para los efectos de iniciar este obligado interludio, creemos haber cumplido.


[1] http://www.wordreference.com/definicion/revolucionario
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Revolucionario
[3] http://www.farcep.org/?node=2,3444,1
[4] http://www.farcep.org/?node=2,3444,1
[5] http://www.wordreference.com/definicion/plataforma
[6] http://www.farcep.org/?node=2,3314,1

PARA COLOMBIA

VERDAD, JUSTICIA, REPARACION Y PAZ

VIVA LA LIBERTAD.. BIENVENIDA LA PAZ

EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA HA DE SER UN FIN QUE UNA AL PAÍS, NO UNA ESTRATEGIA ELECTORAL DE LAS PARTES, DE LOS PARTIDOS O, DE LOS ASPIRANTES A LA PRESIDENCIA.
SI LA PAZ NO SE ASUME CON UNA VOLUNTAD ÚNICA, EL CONFLICTO SERA IMPARABLE.

LA LUCHA POR LA PAZ EN COLOMBIA, NO SE SOLO UN DIALOGO, ES UN COMPROMISO DE ESTADO.