Que podrá sentirse cuando un grupo de hombres uniformados portando fuciles, pistolas, motosierras, machetes y todo tipo de armas se te acercan y ordenan a todos los que te acompañan bajo amenazas, a dirigiesen, en medio de la de la noche, hacia un zona aún más oscura, despoblada, llena de bosques y matorrales, donde solo el chirrido de las luciérnagas se oye a lo lejos.
Cual no será el grado de pánico que se podrá sentir si a todas estas, te das cuenta perfectamente que quienes están dando las ordenes son unos hombres que no tienen el más mínimo respeto a la persona humana, que han aprendido a gozar del sufrimiento de otros, que han abandonado los principios éticos, que han perdido los sentimientos, que se han convertido en seres fríos calculadores y que solo la sangre y el dolor los complace y recompensa con mísero 130 euros.
Cuál no será el desaliento que se siente en los pies, la palidez del alma, el sudor frío que te correrá por todo el cuerpo, si en medio de esa oscuridad en la que ya no logras distinguir mas que tu penumbra, escuchas que prenden la motosierra y que seguidamente alguien de los que estaba contigo explota a gritos con pánico y dolor, porque le han mutilado un miembro. En tu vientres sentirás la impotencia, porque a cada grito, aceleración y desacelerar de la motosierra, se descuece en pedazos tu alma y en las manos de esos criminales que sierran sin piedad a tu amigio se extiende la complicidad de muchos.
Luego escuchas más gritos, más agonías, más llantos y al final, el silencio, el temblor inagotable, la rigidez prematura, la entrega de nuestro futuro a la Deidad y así, uno tras otro, hasta contar 38, siendo tu el 39 que estaís aquí, leyendo esto sin sufrir por ellos, en un silencio sepulcral, como el que quieren hacer aparecer los medios de comunicación de colombia ante el mundo.
¿Cuál sería el sentimiento de dolor, de angustia, de pánico, que pudo haber sentido aquel hombre, aquella mujer, aquel anciano, aquel humilde obrero y campesino colombiano, aquel opositor al régimen, aquel buscador de la justicia social que, en medio de ese escenario dantesco, sabe que será el próximo en la lista de esa matanza ?
Que dolor tan grande e indescriptible tenemos los millones de colombianos sabiendo que, en nombre del status quo, cientos de nuestros hermanos han sido víctimas de los crimines más atroces que el Estado colombiano haya cometido, amparado en unos órganos de justicia privada, como son los paramilitares y que nadie se haya dignado juzgarlos directamente.
No hay principio ético, ni jurídico, ni moral que intente ocultar estos hechos. Las simples descripciones estadísticas como se presentan están amparando a los criminales y genocidas, porque no describe el sufrimiento, el dolor, la pena, la agonía, la tortura.
Tras la información de apenes 98 confesos paramilitares que dan cuenta de más de mil muertes, está el dolor, está la pena, está el sentimiento de esos miles de seeres, de cada uno de ellos, está, lo que precisamente no quieren contar los señores de la información en Colombia, porque son también cómplices de sus atrocidades.
Estos crímenes se están reseñando más o menos así:
Un paramilitar nacido en Cordova, Colombia, apodado “palogordo”, y quien figuraba sin antecedentes, ni orden de captura, sin reseña, sin investigación ni sospecha alguna, confiesa que bajo el mando del Rodirgo Tovar Pupo, alias Jorge 40, y por 130 € que le pagaban por cada asesinato, cometió más de 60 crímenes y participo en las masacres ocurridas el 16 de febrero de 2000, cuando paramilitares llegaron a esa población, de El Carmen de Bolívar, y asesinaron a 38 campesinos con machetes, motosierras y tiros de gracia, de manera salvaje e inhumana.
Otro paramilitar, dice haber matado a varia personas, con El 'para', también relató con frialdad cómo él y miembros de su grupo asesinaron al menos a tres personas que departían en un billar del barrio Porfía, contó que al sitio, llamado 'El Oasis', llegaron disparando con armas calibres 9, 38 y 7,65 milímetros.
POR ELLO A TODAS ESTAS DESDE EL EXILIO HE DE EXTERNDER MI VOZ PARA PREGUNTARLE A :
-LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
-AL SEÑOR PRESIDENTE DE COLOMBIA ALVARO URIBE VÉLEZ .
-A SEÑORES FISCALES DE LA NACIÓN
-A LOS SEÑORES DE LA PROCURADURÍA.
-A LOS SEÑORES INVESTIGADORES.
-A LOS SEÑORES JUECES DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA.
¿DÓNDE ESTABAN USTEDES?
¿A QUÉ SE DEDICAN USTEDES?
¿CUÁLES SON SUS FUNCIONES?
SEÑOR PRESIDENTE:
CON QUÉ SENTIDO DE RAZÓN Y ÉTICA, ESTE 07 DE AGOSTO, JURA USTED EN NOMBRE DE DIOS, DEFENDER LA VIDA Y LA HONRA DE UN PUEBLO, CUANDO DESDE EL CENTRO DE PODER, DESDE SU SEDE, SE CUECE LA MAQUINARIA MACABRA DE LA IMPUNIDAD Y LA MUERTE?
SUS VOTOS NO REPRESENTAN LA DIGNIDAD DE UN PUEBLO..
LA VERDAD Y LA LIBERTAD NO PUEDE EMPAÑARLA UNA LEY IMPUGNE.
