Segovia (septiembre de 1988, 43 muertos), Pueblobello-Las Tangas (enero de 1990, 43 desaparecidos), Pichilín y Colosó (diciembre de 1996, 15 muertos) y El Aro (octubre de 1997, 15 muertos)
GENOCIDIO DEL CUAL TENIA INFORMACION.
Masacre de Segovia”
SUS JEFES O LOS AUTORES INTELECTUALES Y MATERIALES.
“Villalba reiteraba que siempre estuvo bajo mando directo de Carlos Castaño y Salvatore Mancuso. A Castaño lo conoció desde "muy peladito", cuando Fidel lo recibió de manos de La Quica, lugarteniente de Pablo Escobar preso en Estados Unidos, quien inició a Villalba en las huestes del crimen”
“Antes, cuando empecé en Las Tangas, Fidel Castaño me presentó a Carlos para que anduviera al lado de él. Eran las épocas de Los Masetos y Los Tangueros. Yo recibía instrucciones y órdenes directas de ellos. No había intermediarios.”
“…Un patrullero que se salió de las manos. Mataba mucha gente, mochaba mucha cabeza. Se ponía desesperado y decía: quiero matar. Se tomaba un vaso de sangre, descuartizaba las personas a cuchillo. Eso lo hacía delante de los civiles, delante de los niños.”
CONDECORACIONES POR SUS ACTOS DE BARBARIE.
”En noviembre de 1997 se hizo una ceremonia de condecoración en La Caucana, en Tarazá. Recibí una medalla de oro por el éxito de la operación de El Aro.”
”En esa ceremonia estuvieron presentes todos los mandos de las autodefensas. Carlos Castaño me entregó personalmente la medalla, que después se me perdió en un combate, en Toledo. Presentaron a mi grupo y de muchas otras escuadras me decían: véngase para acá.”
MIEMBROS DE LA IGLESIA CATÓLICA EN LOS GENOCIDIOS.
“La lista de la gente que tenía que matar me la entregó un cura. Nos cruzamos en el camino, en la salida del cañón. Él iba acompañado por otras dos personas. La sacó de un maletín y me dijo: tenga cuidado en tal parte, que eso está minado todo (ver nota anexa pag. 9a, habla el párroco de El Aro).”
Quienes en Colombia aún mantienen vivo el respeto por la vida y la dignidad del ser humano, han de estar aterrorizados como los estamos nosotros, por la serie de masacres que se han cometido y a todas estas resulten los responsables de tan horrendos hechos anhelando el perdón.
Señores del Episcopado Colombiano.
Señores Jueces de Colombia.
Señores de la Fiscalia.
CONSIDERAMOS QUE...
1.- La justicia colombiana debe dar respuestas inmediatas y claras al tenor de dichas declaraciones y explicar cuántas instrucciones están en curso.
COMPARENCIA INMEDIATA DEL MINISTRO DE JUSTICIA Y GOBIERNO.
La Oposición y el Congreso, asi como los demócratas que aman la vida, debemos de urgencia solicitar sea citado el Ministro de Gobierno y de Justicia, para que explique al Congreso y al país, qué que hay tras la negociación con los paramilitares, cuál es el precio político que la sociedad colombiana está pagando por una alianza de años entre el gobernantes y esas bandas armadas.Conocer la verdad es imperante, es ésta un paso previo y esencial para definir criterios de justicia y reparación, de lo contrario, se cabalga por el camino de impunidad.Seria absolutamente vergonzoso que la Oposición del Polo y los demócratas que integran el Congreso, pasaran de agache ante tales hechos de salvajismo y no hicieron una citación inmediata a tales funcionarios.
Para bien del país, conocidos estos hechos, debe revocarse o dar marcha atrás a la Lay de Justicia y Paz y hacer prevalecer la verdad, antes de continuar el proceso, cosa tal que haya justicia sobre elementos ciertos y que los criminales no simulen sus actuaciones o las oculten en espera de beneficios.
No puede haber otra forma de dignificar a los colombianos que aman la vida y a las victimas, que la verdad y con fundamento en ella la justicia, cero tolerancia con genocidas, se impone urgentemente, hacer que paguen por sus crímenes sin beneficio alguno, tanto los autores materiales como sus cómplices y autores intelectuales.
No puede pagarse precio político, ni judicial, por un pacto criminal que hizo el Estado aliado con estos genocidas. Si el Presidente no es capaz de hacer cumplir la ley en lo fundamental que es el respeto a la vida :QUE RENUNCIE !
Nota: Francisco Enrique Villalba Hernández, es el paramilitar de la foto.
Juan Manuel Barrero es distinguido periodista y fotógrafo de El Colombiano, a quien pido disculpas porque en el texto inicial se presentaron los nombres invertidos o confundidos. ufff
El texto completo del relato podrán leerlo en
http://www.elcolombiano.com.co/BancoConocimiento/U/uno_se_aburre_de_tanto_entierro/uno_se_aburre_de_tanto_entierro.asp